Un hombre de 35 años se presenta con una lesión circular de 3 cm de diámetro, ligeramente elevada, en su pierna izquierda, acompañada de calor, eritema y dolor a la palpación. La lesión apareció hace dos días y el paciente ha tenido lesiones similares en el pasado. Está afebril y hemodinámicamente estable, pero experimenta un malestar moderado debido a la lesión.

Tras realizar una ecografía en el punto de atención (POCUS), se confirmó la presencia de una colección subcutánea de líquido consistente con un absceso localizado. Se realizó una incisión y drenaje que resultó en la evacuación de 3 mL de secreción purulenta. No se realizó irrigación ni empaquetamiento para minimizar la incomodidad del paciente. Considerando que se trata de un absceso simple y no complicado, menor de 5 cm, en un paciente sin factores de riesgo significativos, se decidió no administrar antibióticos según las guías de la IDSA y EMRA. Se recomendó seguimiento ambulatorio en una semana con el médico de atención primaria del paciente para asegurar una correcta cicatrización de la herida.

¿Cuáles son los factores de riesgo y las situaciones clínicas que podrían modificar el manejo de un absceso cutáneo, haciendo necesario el uso de antibióticos o la derivación a un especialista?

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Categorías: casos clinicos

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